Cualquier restauración de un coche clásico empieza siempre por recopilar toda la información sobre el vehículo en quistión, seguida de una inspección visual del estado del coche, valorado los posibles daños ocultos a simple vista y analizando su estado a partir de las señales o marcas «de guerra» producidas por el paso de los años.
Tener un historial conocido es siempre de gran ayuda, pero no siempre se tiene esa suerte. El siguiente paso es desmontar el coche, carrocería, interiores, y los componentes de mecánica que sean necesarios, cada restauración requiere unas atenciones y cuidados personalizados en cada caso. En los casos de restauración integral después de dejar la carrocería totalmente desnuda se decaparía con chorro de arena para eliminar óxidos y evaluar con precisión el alcance de los daños y a partir de aquí iniciar la reconstrucción. Nuestro principal capital es el know-how, así como la información técnica, en el proceso de trabajo comprobamos los equipos existentes contrastando con la bibliografía sobre este modelo (dibujos, catálogos de repuestos, instrucciones de reparación, etc. para poder llegar a una restauración fiel y que el vehículo luzca la misma apariencia que el día que salió de la cadena de montaje.